Funcionarios públicos en alerta ante futuros nombramientos en Ñuble

 

La designación de más de 200 cargos en la futura Región de Ñuble a partir de fines de 2018 (111 de ellos, de planta), tiene a los diferentes gremios de funcionarios públicos al pendiente, ya que esperan que el nuevo territorio genere más y mejores condiciones laborales para su gente, “y no para afuerinos”.

Los procesos de nominación, que serán muy similares a los aplicados en Los Ríos y Arica, tendrán, además, un elemento extra a considerar, como es el posible cambio de color político de la administración del Estado, a partir de marzo de 2018.

“Estaremos al pendiente que quienes ingresen al sistema público, ya sea vía planta, contrata o a honorarios, sean de la futura región, ésa será nuestra principal preocupación como Anef. Como se crearán servicios públicos, tendremos más delegaciones en cada provincia, por ello estamos efectuando los cálculos respecto de cuánta gente será reasignada, y cuántos cupos serán nuevos. Tenemos claro que el argumento de que acá no hay personal calificado no corre, existe gente capacitada, con años de experiencia en el sistema público”, sostuvo el presidente provincial de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Patricio Peña.

El dirigente indicó que otro punto que les preocupa es el referido a posibles traslados dentro de la propia región (a San Carlos, Quirihue o Bulnes, futuras capitales provinciales) de personal que actualmente trabaja en Chillán.

“Esto puede generar un problema, porque hay funcionarios que tendrían que trasladarse con su familia. Por eso hay que revisar en qué pie están actualmente los servicios en las otras comunas, y buscar personal en dichos territorios. Vamos a dar la pelea porque quienes asuman las jefaturas de servicio y trabajen en los servicios, sean de acá”, dijo Peña, quien advirtió también que un posible cambio de color político podría significar despidos, “aspecto del cual también estaremos al pendiente, estamos en alerta, y apenas salga la ley comenzaremos a trabajar con las autoridades”.

Botín de guerra
Osvaldo Franco, presidente a nivel provincial de la Asociación de Funcionarios del Mineduc (Andime), señaló que la implementación de la Región de Ñuble es vista como una oportunidad de desarrollo de las comunidades, sin embargo, “también existe una preocupación a nivel gremial, por lo que forma parte de la agenda de trabajo dirigencial. Estamos realizando gestiones para prepararnos ante el escenario que viene, hemos tomado contacto con los parlamentarios y autoridades del distrito para manifestarles nuestros planteamientos, así como también otras acciones que contemplan conocer la experiencia de Los Ríos y Arica”, indicó.

Al respecto, el dirigente manifestó que la preocupación se centra en que los servicios instalados en esas nuevas regiones, no consideraron la creación de planta de funcionarios, específicamente en el caso de los Deprov, los que fueron implementados con personal que formaba parte de las provinciales de Arica y Valdivia, mientras que las nuevas contrataciones fueron a contrata y/o a honorarios. “Esperamos que esta nueva región considere presencia real de los servicios a nivel provincial, con plantas propias y aprovechando el capital humano que existe en cada uno de los territorios; y no la creación de delegaciones, como ocurrió en el norte, donde son los mismos funcionarios de la cabecera regional los que fueron trasladados a las nuevas Deprovs”, recalcó Franco.

En Fonasa, su tesorero regional y ex dirigente de la Anef Ñuble, Jorge Del Pozo, cree que una vez aprobada la Región de Ñuble “es fundamental el trabajo que podamos realizar los empleados públicos para su rápida implementación. Seguimos sosteniendo con fuerza que las plazas a cubrir deben ser ocupadas por gente de nuestra zona. Sería un despropósito pretender descentralizar con afuerinos”, dijo.

Respecto de la posibilidad que un cambio de Gobierno influya en las contrataciones o genere despidos, Del Pozo sostuvo que es algo que les preocupa, ya que según dijo, “cuando llegó la administración de Piñera, se exoneró a cerca de 11 mil empleados públicos en el país, espacios que fueron cubiertos por muchos operadores políticos. Por eso, siempre hemos luchado por tener funcionarios de carrera, es la única forma de que el empleo público deje de ser el botín de guerra de los gobiernos de turno”, aseveró.