Anticipan los efectos que tendrá en el agro la creación de la Región

 

El pasado 10 de enero el Senado aprobó en particular el proyecto que crea la Región de Ñuble, restando solo su votación en la Cámara de Diputados para que la iniciativa se transforme en realidad.
Con esto, la creación de la nueva unidad político-administrativa está cada vez más cerca y si bien existe un rechazo de parte de algunos gremios de Concepción y de Socabío, a nivel local existe coincidencia en que la concreción de este proyecto tendrá beneficios para el sector agrícola, de hecho, no son pocos los que plantean que ésta será una oportunidad para convertir a Ñuble en la primera región agrícola del país, lo que también impone ciertos desafíos, como el mejoramiento de la infraestructura para la competitividad y la mejor focalización de los recursos en políticas que contribuyan a potenciar el rubro.
focalizar el gasto público
En opinión del economista y director del Cerregional, Renato Segura, “la creación de la Región de Ñuble es una oportunidad inmejorable para que el territorio y su gente pueda aprovechar el potencial de desarrollo que subyace sobre sus recursos naturales y su identidad. En este contexto, la actividad silvoagropecuaria tiene un sitial de privilegio en las ventajas comparativas de la actividad industrial”.
El profesional sostuvo que “desde el punto de vista de la política pública, la descentralización administrativa dejará la posibilidad a los actores locales de focalizar los recursos de inversión y gasto público asociados a la nueva región. Es, en este acto administrativo, donde se puede mejorar la infraestructura para la competitividad de la actividad productiva local, poniendo a su gente como el centro del quehacer para el desarrollo productivo y social del territorio”.
“En efecto -continuó Segura-, solo la ejecución, administración y reparación de la nueva infraestructura productiva y de servicios, abrirá nuevas oportunidades de trabajo para la población. Y, por otro lado, permitirá reducir las barreras que existen para lograr el pleno desarrollo de los sectores productivos relevantes de la nueva región”.
En ese sentido, la mejor focalización de los recursos es destacada por el académico de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción, Roberto Herrera, quien manifestó que “según algunos investigadores latinoaméricanos, como Thayer, Muinelo-Gallo y Rodríguez, estudios recientes demuestran que el cambio en la división política administrativa de un territorio reduce el nivel de desigualdad regional, aumentando, de paso, la calidad de vida de las personas; esto, debido a que las políticas públicas son más específicas a la realidad territorial”.
En consecuencia, sostuvo el docente, “lo anterior también debiese reflejarse en la agroindustria, ya que justamente esperaríamos una nueva región que tenga como eje principal el desarrollo de esta actividad y eso alineado con las representaciones ministeriales en Ñuble”.
más recursos
Desde la vereda política, el diputado Jorge Sabag, quien tendrá la tarea de convencer a sus pares en la discusión actualmente radicada en la Cámara, abordó los impactos que espera se produzcan con el cambio, destacando que la mejor focalización de los recursos contribuirá a tener una mejor agricultura en Ñuble.
“Este cambio va a permitir tener autoridades del área agricultura concentradas exclusivamente en la Región y con más recursos, lo cual va a permitir desarrollar programas no solo anuales, sino que a mediano y largo plazo, para tener un desarrollo mucho mejor de la agricultura”, afirmó el parlamentario, quien fue mucho más allá y abordó el desafío en materia de planificación: “Yo espero que Ñuble sea una región libre de transgénicos, son definiciones que tenemos que ir tomando en base a un plan de desarrollo estratégico de la Región”.
El parlamentario subrayó que “esto va a ser positivo para la agricultura, porque si bien es cierto la fisonomía de Ñuble es agrícola, todavía tiene un gran potencial por avanzar y ser una potencia agroalimentaria”.
sector privado
En el mundo empresarial, lo más importante es que el agro se siga desarrollando, y confían en el impacto positivo que podría tener la creación de la Región en la medida que “se hagan bien las cosas”, sin replicar el centralismo que se critica.
En opinión de Andrés Acuña, gerente agrícola de la exportadora Comfrut, “lo importante es avanzar hacia un proyecto que permita verdaderamente desarrollar Ñuble y en especial, sus comunas, porque siempre existirá el fantasma de la actual centralización regional en desmedro de las comunas más distantes”.
El ejecutivo aseveró que en el mundo agroalimentario “se debe invertir en embalses, redes de agua y tecnificación de riego; trabajar en aumentar la base exportadora frutícola”.
preocupación por costos
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos Smith, no se ha mostrado muy convencido del proyecto: “lo que me preocupa es el costo que significa instalar una nueva región, que es altísimo, y gran parte de los recursos adicionales que se podrían obtener, se van a gastar en administrar esta región”.
Desde la perspectiva de configurar una región agrícola, Smith comentó que “me hubiera gustado una región distinta en cuanto a los límites, una región más grande, que hubiera abarcado desde Los Ángeles hasta Linares, por el valle, y hubiese sido una región climática y agroecológicamente muy similar, de potencialidades muy similares, y a lo mejor ahí hubiéramos podido potenciar una región agrícola de verdad. Yo creo que desperdiciamos esa posibilidad, nos apresuramos y no vimos una opción más conveniente, yo creo que pecamos de chauvinismo”.
El dirigente añadió con vehemencia: a mí me asusta un poco si realmente vamos a tener internamente la capacidad de administrar esto correctamente, para que Ñuble sea más de lo que era, porque ésa es la idea, que seamos capaces de generar nuevos horizontes para un desarrollo agropecuario. Ñuble va a seguir siendo de alma agrícola, por lo tanto, aquí se necesitan cabezas pensantes que tengan una visión de mediano y largo plazo, en que comencemos a transformar la producción agrícola de la región, a darle más valor agregado, a generar más empleo, con un mayor nivel y una mayor demanda de calificación, para que toda esa gente calificada llegue a la región y que los habitantes de la región se especialicen”.