Michelle Bachelet, quien firmó el 20 de agosto el proyecto que busca crear la Región XVI del país, explicó a LA DISCUSIÓN los alcances de esta nueva división administrativa y el impacto que tendrá en la ciudadanía.
-¿Cómo visualiza a Ñuble luego de aquella visita, en su período de campaña, donde habló a la ciudadanía desde el frontis de la Gobernación Provincial, y de su anterior 20 de Agosto en Chillán Viejo?
-Lo visualizo como una zona con muchas oportunidades de desarrollo, que trabaja para ser una región pujante que les permita a todos y todas lograr niveles de desarrollo económico y cultural más igualitario, con un Gobierno Regional más cercano para atender desde el propio territorio las necesidades de los ñublensinos. La voluntad de los habitantes de Ñuble de constituirse en región supera los 15 años, y es muy notable que en su mayor parte este proceso haya sido impulsado por más de 40 instituciones sociales y culturales. Y esperamos que sean ellos los que nos ayuden a consolidar este territorio y hacerlo fructífero para todos sus habitantes.
-¿A su juicio, cuáles son las implicancias sociales para la ciudadanía que traerá, de aprobarse en el Congreso, esta nueva división administrativa?
-Creo que es un avance la cercanía, el sentir que los que toman las decisiones están administrativamente más cerca, ya es positivo. Por otra parte, lo que hemos tomado en cuenta es que la Región del Bío Bío ha ido creciendo exponencialmente y haciendo más complejo su manejo, por lo que muchas veces en términos de agilidad pudiera no ser todo lo eficaz que quisiéramos. Como sabemos, Chile, es un país con particularidades en su administración e integración, dada su longitud y sus accidentes geográficos, y muchas de estas problemáticas se subsanan otorgando mayores herramientas en los propios territorios, tanto a nivel regional como local, en términos de presupuesto y también en capacidad de decisión. Por tanto, esperamos que esto nos ayude por un lado a desarrollar aún más esta zona con una mirada más focalizada y de acuerdo a sus características de zona de campo, con gran potencial agrícola y ganadero, y por otro lado que el Gobierno Regional del Bío Bío pueda así concentrarse en un territorio menos extenso y con muchas necesidades. Crear la Región del Ñuble va más allá, porque tiene que ver con enfrentar el desafío permanente que representa el centralismo. Estamos sentando las bases de un nuevo Chile, un país que poco a poco comienza a disminuir esta brecha violenta de desigualdades que existe entre las distintas regiones y comunas del país.
-¿Espera usted que el trámite legislativo no sea complejo y se circunscriba al menos a lo que duró en el caso de las regiones de Arica y Los Ríos, que fueron 18 meses?
-Yo creo que no debería demorarse más que este tiempo, ya que existe la voluntad política de legislar. Y además, si se considera lo positivo que será para todos los habitantes de la zona, debiese aprobarse lo antes posible, entendiendo siempre que el Congreso Nacional tiene una agenda legislativa bastante amplia.
-¿Trae novedades el proyecto que crea la Región del Ñuble? Al menos en el anteproyecto se plantea que por primera vez la capital regional (Chillán) no será a su vez capital provincial (se va a Bulnes).
-La buena noticia es que por fin el sueño se concreta: la Región del Ñuble comienza a ser una realidad. Hoy iniciamos una nueva fase para concretar esta aspiración de tanto tiempo. Y no perdamos de vista que luego de la discusión y aprobación legislativa viene la etapa de estructurar materialmente el nuevo Gobierno Regional y toda la institucionalidad pública asociada, tal como los servicios públicos descentralizados, seremis, direcciones regionales de servicios públicos, y los propios órganos del Gobierno Regional. Junto con lo anterior, el proyecto propone la creación de tres provincias: Punilla, Itata y Diguillín. Efectivamente, en el caso de esta última y recogiendo lo expresado por diversos sectores, además de ser una manera de profundizar aún más la descentralización, se propone como capital provincial la ciudad de Bulnes, en una iniciativa inédita porque por primera vez no coincidirán la capital regional con la de la provincia donde se encuentra la cabeza de región. Estimamos que es una iniciativa muy interesante, que permitirá contar con un cuarto centro político y administrativo, es decir, a la capital regional y a las otras dos capitales provinciales, se sumará esta ciudad.
-Se ha dicho que con este proyecto se teme una avalancha de solicitudes similares de otras zonas del país que quieren separarse de sus regiones. ¿Cuál es su opinión?
-Es parte de la democracia que las personas puedan manifestar su anhelos y los sueños de vivir mejor. Yo no le temo a la participación, ni a que las personas puedan manifestar legítimamente lo que quieren. Ahora cada petición, al igual que lo que se hizo en Ñuble, deberá pasar por un proceso consultivo y técnico, en donde se evaluarán los antecedentes y se decidirá seriamente. En este punto quisiera ser muy enfática y clara: los estudios mostraron que la creación de la Región de Ñuble está más que justificada.